Por increíble que parezca, en 2024 será posible existir en un carretera de 80 metros cuadrados con terraza en Madrid por poco más de 100 euros al mes. Se tráfico de los antiguos apartamentos de locación que se han suscrito previamente el 9 de mayo de 1985 y que respetan los términos de la ley de Arrendamiento municipal desde 1964. A pesar de que todavía existen 126.000 en España, concentrados principalmente en las grandes capitales, representan solo un pequeño porcentaje del total de los alquileres, pero son un engendro único: para el inquilino que vive en estas casas es una ganga dada la situación contemporáneo del mercado de locación, pero para el dueño es una carga completa y antieconómica.
La constitución ha rematado proteger el valía permitido del antiguo locación, que está casi muerto en los locales comerciales pero no en las viviendas particulares. La característica principal de estos contratos es su duración de por vida; esto significa que los inquilinos pueden existir en la propiedad hasta su crimen si cumplen con las distintas cláusulas pactadas. Por otra parte, el cónyuge o los hijos del fallecido incluso pueden solicitar la transferencia del acuerdo, siempre que hayan residido en este domicilio durante los dos últimos primaveras y hayan establecido su residencia vivo. Incluso se benefician de precios congelados que se establecieron al inicio del acuerdo, lo que hace que los inquilinos paguen mucho menos de lo que marca el mercado del locación hoy en día.
La acabamiento de los alquileres antiguos está provocando la desaparición de empresas emblemáticas en Barcelona. ¿Por qué no se han abolido estos alquileres? La razón principal es la obligación de proteger a las familias más vulnerables y evitar una importante ley social que ningún gobierno se ha atrevido a adoptar. En esta situación, los propietarios tienen que soportar ingresos ridículos y cargas adicionales como derrames comunitarios, que suelen ser muy superiores a los ingresos por locación.
¿Es posible rescindir estos contratos? ¿Traicionar la antigua propiedad de locación con el inquilino sería una opción? Ni en realidad ni. El valía en el mercado es considerablemente bajo, lo que dificulta la cesión para los dueños. Incluso en casos extremos, el valía de cesión solo puede ser una pequeña fracción del valía vivo de la propiedad, lo que disuade a los compradores potenciales. La supresión de un antiguo acuerdo de locación puede ser difícil, pero no inalcanzable, y debe fundamentarse delante un sentenciador.
Impacto en la finanzas restringido
La existencia de los alquileres antiguos tiene un importante impacto en la finanzas restringido. Por un flanco, permite a los inquilinos existir en áreas centrales de las ciudades a precios asequibles, lo que contribuye a la diferencia y vibrancia de la comunidad. Por otro flanco, supone una carga financiera para los propietarios, que se ven obligados a sostener propiedades a un precio muy por debajo del mercado.
Retos para el futuro
A medida que desaparecen los alquileres antiguos, surge la obligación de encontrar soluciones sostenibles para certificar el llegada a la vivienda para todos. Es necesario encontrar un nivelación entre proteger a los inquilinos vulnerables y certificar que los propietarios no sean penalizados económicamente. Este es un desafío que requiere la colaboración de todos los actores involucrados en el mercado inmobiliario.El artículo escrito por Jorge Luis García el 16 de abril de 2024 a las 07:00 am en las calles de Madrid palabra sobre la posibilidad de existir en un carretera de 80 metros cuadrados con terraza en Madrid por poco más de 100 euros al mes en antiguos apartamentos de locación que cumplan con la ley de Arrendamiento Municipal desde 1964. A pesar de que estos contratos representan solo un pequeño porcentaje de los alquileres en España, todavía hay 126.000 de ellos, concentrados principalmente en las grandes capitales. Estos contratos ofrecen varias ventajas para los inquilinos, como duración de por vida, precios congelados y protección de las familias vulnerables. Sin secuestro, para los propietarios estos contratos pueden resultar una carga antieconómica correcto a los ingresos bajos y cargas adicionales como derrames comunitarios. A pesar de las dificultades para rescindir estos contratos, existen causas fundamentadas delante un sentenciador que podrían soportar a la supresión del acuerdo.