
El pasado mes de marzo, un mes una vez que Rusia invadiese Ucrania, la Universidad de Burgos puso en marcha un programa de acogida para estudiantes y profesores de este último país. Una veintena vino para proseguir sus estudios superiores como estudiantes de movilidad o para proseguir sus carreras. La contestación social dejó que estos jóvenes continuaran en residencias particulares de la urbe, facilitando la creación de una red de apoyo que “ha sido y proseguirá siendo esencial para su integración”.
Con el comienzo del curso académico, la corporación académica lanza una nueva convocatoria de cooperación, esta vez centrada en dos canales. Uno de ellos arrienda pisos a costo reducido a lo largo de todo el año. Las condiciones se acuerdan anteriormente y bajo supervisión de la UBU, por lo que cualquier persona interesada en este alquiler puede darse de alta a través de un formulario que se halla en la web del campus (www.ubu.es).
La siguiente línea de ayuda debe ver con la creación de un nuevo conjunto de acogida y acompañamiento dirigido a este colectivo. Así, cada pupilo de acogida va a contar con un maestro y un pupilo de referencia al que asistir para solucionar dudas sobre el acceso a los estudios, la busca de empleo, las ocasiones de ocio o capacitación, la ayuda en los trámites burocráticos y el conocimiento de la cultura local. Las personas interesadas asimismo deben ir al sitio de la UBU e apuntar allá su educación y nivel de inglés.
«La universidad prosigue comprometida con el estudiantado asociado al programa UBU Cobijo», explican fuentes de la corporación, haciendo este llamamiento asimismo a la ciudadanía burgalesa y de manera especial a los miembros de la comunidad universitaria con el propósito de «dar una calurosa bienvenida a Desde la llegada de los primeros pupilos de Ucrania, la academia les ofrece apoyo sicológico, asesoramiento legal, cursos de de España, opciones alternativas de ocio y capacitación para su empleo, que se ha llevado a cabo este verano en acuerdo con Adecco.