CASTELLÓ. El coste de las residencias de segunda mano en Castellón se ha disparado un nueve% en el último año. Así lo describe el presidente del Instituto de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón (Coapi): Francisco Nomdedeu. Además de esto, al tiempo, el coste de los pisos nuevos prosigue siendo exactamente el mismo. Una estabilidad que, no obstante, excluye los inmuebles comprados sobre plano: “Con el incremento de los costos de materiales y transporte, los promotores no pagan las facturas y la industria está incrementando sus tarifas o mostrando una clara tendencia alcista”.
Además, con la desaparición del mercado de la residencia asequible que se ha consumido, el coste medio va en incremento. Las residencias utilizadas, que ya antes estaban libres por menos de setenta €, ahora están más cerca de los cien €.
Una residencia nueva de unos noventa metros, en una zona residencial de nueva construcción y con servicios comunitarios como piscina, costaba entre ciento setenta y ciento ochenta euros, y ahora ronda los doscientos, «con el resto de residencias sin vender en las promociones», apunta Fuera Coapi.
Castelló, el noveno con los costes más bajos
No obstante, reconocen desde la Entidad que el caso de Castelló no es equiparable al de otras urbes como Valencia, Mallorca o Barna. “Las fluctuaciones de los costes son más suaves, tanto a la baja como al alza”, destaca Nomdedéu. En verdad, los últimos informes de portales inmobiliarios ubican a Castelló a mil doscientos cincuenta y uno euros el metro cuadrado en el primer mes del verano de dos mil veintidos en el noveno puesto entre las capitales de provincia más económicas de España.
Los alquileres asimismo suben. Aún hay una enorme demanda de residencias de alquiler y una oferta escasa, “aunque asimismo es verdad que los dueños de Castellón saben hasta dónde pueden llegar y, por su alto nivel, prefieren tener a alguien de confianza y que pague”. , absolutamente nadie se lo puede permitir, destaca Nomdedéu. Ya antes de la pandemia, un piso alquilado medio con una renta de trescientos euros ahora asciende a quinientos o quinientos cincuenta euros.
No está claro el motivo de la escasa oferta de residencia en alquiler: “No sabemos si es pues bastante gente que precisa residencia ha optado por el alquiler, si bien en otros instantes la habrían comprado, y ahora por esta razón la inestabilidad laboral o un cambio cultural que lo hace menos comprometido y prefiere otra alternativa; por carencia de dinero para renovar pisos vacíos; o por temor a la renta y los impagos…», agrega Nomdedéu.
No adelantan una burbuja
El presidente de Coapi apunta que el campo no prevé una burbuja inmobiliaria como en la primera década de los 2000: «Ya antes asimismo había una burbuja financiera y ahora no va a haber subida de costes, mas no va a ser excesivo».
En Castelló, las zonas más caras para adquirir pisos nuevos son el PAU Sensal, al lado de Lledó y el centro histórico «si cae en vías primordiales». “Sin duda, los de Sensal son los más populares. La gente ahora valora más los servicios y las instalaciones que la localización central. La pandemia se ha notado: solo ha acelerado esta tendencia”, concluyen desde Coapi.